domingo, 24 de octubre de 2010

No Seamos Necios

En toda la historia humana, el poder ha deslumbrado, sobre todo, porque su origen se incubó en el pensamiento mágico que generó el miedo el hambre y la ignorancia.

Cada vez que la lucha de clases se manifiesta, de inmediato, ambos bandos colocan en la palestra el problema del poder, en función de tenerlo, mantenerlo, a nadie se le ocurre la posibilidad de salir de él, el miedo se manifiesta por igual, cada uno cree que será definitivamente destruido, desconocen que en su hacer pudieran resolver un problema del cual la humanidad ha buscado permanentemente liberarse.

¿Qué pasa, si hablamos sobre el tema para resolverlo?, sería interesante, si lo tocamos no como salida de miedosos y de hambrientos sino como gente afectada, que abandona la ignorancia y busca caminos, separándose del poder para andar juntos.

¿Cómo organizamos otro proyecto de vida?, esta pregunta, necesita respuesta colectiva.

La humanidad sufre el desmembramiento, de su tejido social, la red anterior se pudrió, no pudo sostener la explotación del hombre por el hombre, la ilusión del poder ya no es posible, en el circo se ha hecho de día, pero la gaguería nos inunda, el enredamiento del tejido nos molesta, no hay manera de expresarse sin que temamos dañar lo dañado, lo no salvable, lo evidente es andar como papagayo sin rabo, pero aparentar la derechura.

Nadie se detiene, hasta los más sabios están asustados, no hay calma para pensar, pero se debe hacer. Los pueblos en revolución no pueden ser detenidos, aceptemos este hecho y escuchemos, no seamos necios, no creamos en nuestras fórmulas, creadas por los antiguos creadores de poder o refugiados en él.

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