domingo, 24 de octubre de 2010

La Educación es un Tronco de Éxito

Yo difiero de las ideas pregonadas en los últimos tiempos en torno al fracaso de la educación Venezolana, por el contrario, yo afirmo que en el país la escuela cumple a cabalidad su oficio como ente reproductor de los valores sociales. Voy a señalar ciertos ejemplos:

Es cotidiano en los institutos educativos la pregunta: “¿Qué número salió anoche?”

Docentes de ambos sexos, en su mayoría, visten de acuerdo con la moda y patrones de consumo impuestos por la sociedad de mercadeo actual.

En casi todas las cantinas escolares se venden alimentos de origen industrial conocidos por sus efectos dañinos a la salud estas son las preferencias alimenticias, no sólo de los alumnos, sino también de los docentes.

Como la estructura de poder del ejército y la fábrica, se premia la puntualidad, más que la creatividad. La obediencia más que la rebelión.

La escuela es centro de la actividad mercantil. No hay un día en que no ande rondando en los pasillos un catálogo sobre joyas o prendas, cosméticos, perfumes, carteras etc. Este tipo de mercancía es la más cotizadas, al parecer.

Los temas más comunes son la novela y otros programas de televisión, farándulas, automóviles, perfumes, loterías, el sueldo, tiendas etc.

Uno de los ejercicios de lecto-escritura muy conocidos consiste en recortar y pegar en un block, logotipos de productos comerciales.

En carnaval se eligen las reinas, las cuales desfilan, pintadas, vestidas y comportándose al estilo de los concursos de belleza transmitidos por televisión.

A la escuela se ajusta y patrocina la celebración de eventos bandera del consumismo, tales como “el día del niño” “de la madre, “del padre” “de la mujer” “navidad”, etc. En navidad, se adorna la escuela con un arbolito, Santa Claus y otros símbolos foráneos. Se incentiva el consumismo y “la cultura del regalo” expresada a través del amigo secreto o las cartas al niño Jesús que las maestras mandan escribir a los niños en donde estos exigen juguetes propagandizados en la televisión de manera oportunista en la temporada.

Las editoriales hacen su agosto vendiendo libros porquerías por intermedio de las comisiones que entregan a maestros y funcionarios del ministerio para que les permitan contrabandear.

Los actos conmemorativos son impuestos por un calendario de efemérides o por directrices signadas por la costumbre. No he visto hasta ahora una cartelera elaborada sin que priven fechas específicas o ciertos contenidos programáticos.

Las acciones del sindicalismo son de carácter reivindicativo. Ninguna que yo sepa ha planteado el papel político e ideológico de la escuela.

Se exaltan acontecimientos de mitificados de la historia, de aprobación masiva, cuya trascendencia nadie se atrevería a criticar sin el riesgo de ser sometido al desprecio. Así se crea la ilusión de que a pueblo y estado los embarga un mismo sentimiento patriótico.. La idolatría de símbolos patrióticos dan también ese espejismo de igualdad sentimental ante la nacionalidad.

Diversos objetivos programáticos plantean “las bondades” del sistema democrático de la economía de mercado, la importancia de leyes y del orden constitucional, el respeto a las instituciones y bloques de poder.

En fin la escuela como reflejo de la sociedad se sustenta en la base del triunfo y la derrota. Impulsa la competencia. Insita al consumismo, propone la arrogancia, incentiva la obediencia. Todo un lindo éxito la educación.

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