domingo, 24 de octubre de 2010

El Mundo es Luminoso

LOS HIPÓCRITAS:

Se hacen los lomoebaba, los habla bajito, se visten pulcramente y usan modales para esconder el lado al que pertenecen, pero su cobardía no los deja asumir esto, son los abiertamente miedosos. Se cuidan de cada palabra que vomitan, la mastican y la regurgitan hasta que es un bagazo y la sueltan aséptica, sin una gota de jugo. Son los que se creen inteligentes y les endilgan a los demás la brutalidad y la incapacidad de comprender, se creen pedagogos, nadie sabe sólo yo. Condenan a todos los bandos, se creen lo mejor del sanguche, pero si le dan la patica se tornan los más rabiosos de los extremos. Creen que el país es de ellos y los bandos se lo quieren embochinchar, no quieren cambios y si los hay deben ser a su favor. Mosca con los que hacen política en nombre de la salvación sin ser arte ni parte.

Las Excepciones Sólo Justifican las Reglas:

Alias el banquero se le ven las dos pistolas y el botín en la mano. Alias el periodista se le ve el palangre. Alias el político se le ve la demagogia. Alias el maestro se le ve la ética en ausencia y la ignorancia como arma. Alias el universitario se le ve la miseria individual, no importa que hundan al mundo siempre que me den lo mío, que es el mundo. Alias el empresario se le ve el pulpo engulléndolo todo.

MANO DURA:

Usted pide mano dura y no comprende. El pueblo alemán pidió mano dura y le dieron a Hitler, a los españoles Franco, a los italianos Mussolini y a los latinoamericanos ni se diga.

Señores: no es mano dura, es una revolución. Es la creatividad, la paciencia, la organización. Ninguna tradición será o es revolucionaria, las salidas sólo conducen a guardar el polvo bajo la alfombra.

Es una revolución que debe producir soluciones para siempre de los problemas que manifiestan la enfermedad de este mundo social.

Es una revolución comprenda, escuche, las mayorías hablamos, no es la corrupción el problema, ella sólo manifiesta el cuerpo enfermo. Estamos viviendo lo por morir y lo por nacer en pleno proceso, estamos en el centro del huracán.

A donde vayamos estará la brisa y la lluvia, a nadie salvaremos y nadie nos salvará, todos sucumbimos en el maremagnum de lo viejo y lo nuevo, sólo lo vital sobrevivirá. Ningún miedo o ambición nos hará libre, ningún aguante, ninguna negociación detendrá lo inevitable, seamos en la alegría, en lo que nace, en la humildad de lo que no sabemos, seamos en el abrazo en el colectivo, porque una vez fue Dios, otra el individuo, hoy no dejemos en otras manos lo que toca al colectivo, para ello se requiere otra organización de la forma de producir que es decir otra forma de vivir. Piensen lo del rey, lo del burgués, lo del siervo, lo del obrero lo del esclavo. Imaginemos la gente libre, ninguna organización del pasado aceptará lo por nacer. Nunca como en estos tiempos el mundo había sido tan luminoso.

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